Con la entrada del verano se aproximan las vacaciones y, también, un merecido descanso. Las presiones derivadas de la docencia, la investigación o el estudio se relajan un poco, pero antes de que os vayáis queremos finalizar este curso escribiendo sobre la utilidad de las redes sociales para la comunidad científica y académica.
Sabemos que proliferan redes sociales de todo tipo en función de los tipos de documentos (artículos científicos, comunicaciones, material didáctico, presentaciones y tutoriales, imágenes y fotografías…) o de los intereses o finalidad que tengamos a la hora de comunicar. En cualquier caso, el objetivo fundamental de todas ellas es el mismo: difundir nuestro trabajo o nuestras ideas.
Dentro del ámbito académico, las plataformas más utilizadas para comunicar los trabajos y publicaciones con el público en general son los blogs (WordPress, Blogger…), repositorios temáticos o institucionales (UVaDoc, E-ciencia…), plataformas de presentaciones y tutoriales (Slideshare…), videos (Youtube, Vimeo…), imágenes (Flickr, Pinterest…), redes sociales generales (Facebook, Twitter…), redes para contactar con otros profesionales (LinkedIn…), y un larguísimo etcétera.
Sin embargo, desde el punto de vista de un investigador, tienen mucho más interés las redes sociales científicas, algunas de las cuales van posicionándose como alternativas idóneas no solo para comunicar sino también para compartir, colaborar y debatir con otros profesionales.
Las redes sociales permiten colaborar con especialistas del mismo campo o área de investigación y compartir con ellos experiencias, ideas, recursos de información, trabajar conjuntamente en un mismo proyecto…, y todo ello de forma rápida y fácil.
Las ventajas que tienen estas redes científicas son básicamente:
- Posibilidad de crear un Perfil científico y poder gestionarlo a modo de curriculum vitae en el que indiquemos nuestras áreas de interés, nuestras publicaciones, nuestra experiencia profesional…
- Podemos conocer y seguir a otros profesionales o grupos de investigación que trabajan en los temas que nos interesen y ver sus últimas publicaciones, plantear dudas o soluciones a problemas, colaborar en la elaboración de publicaciones…
- Podemos subir el texto completo de nuestros documentos en pdf u otros formatos y compartirlos con la comunidad científica, al tiempo que podemos descargar aquellos documentos a texto completo que hayan compartido con nosotros o estén en acceso abierto
- Podemos obtener métricas que ofrecen indicadores de impacto o visibilidad de nuestros trabajos, indicadores denominados Almetrics, que poco a poco van situándose como un complemento necesario a las métricas JCR de WoS o SJR de Scopus. Sobre almetrics, recomendamos la lectura de un artículo muy interesante publicado en la revista Comunicar: Altmetrics: nuevos indicadores para la comunicación científica en la Web 2.0
Las ventajas de las redes sociales son muchas, siempre y cuando se usen con criterio y seamos cuidadosos con dos aspectos fundamentales:
- Los derechos de propiedad intelectual: deberemos velar por no compartir a texto completo aquellos documentos sobre los que haya limitaciones por parte del autor o editor. En el caso de los propios artículos u obras publicadas, conviene revisar la política de difusión en acceso abierto que se ha firmado con el editor de la revista o, si se desconoce, preguntarle directamente al respecto o consultar algunas de las bases de datos que recogen información sobre la política editorial de las revistas en relación a los derechos de explotación y difusión (Sherpa/Romeo para revistas extranjeras, o Dulcinea en España).
- La privacidad: Es necesario ser precavido con la información personal que se proporciona a través de las redes sociales. La mayoría de las redes sociales permiten configurar algunos aspectos sobre la visibilidad de algunas informaciones, y también sobre la visibilidad pública o no de los documentos a texto completo que hemos subido, la privacidad de los grupos de colaboración, etc. Conviene consultar las posibilidades de cada plataforma y ajustarlas a nuestras preferencias.
Para saber más sobre redes sociales en relación con la investigación, recomendamos suscribirse a SocialMedia en Investigación, blog que analiza “las ventajas e inconvenientes de las redes sociales para investigadores, social media y la identidad digital aplicado al mundo académico y científico”.
En el próximo post hablaremos de las cuatro redes sociales científicas y académicas de mayor relevancia en la actualidad: Academia.edu, ResearchGate, My Science Work, y especialmente Mendeley, que lleva asociado un gestor bibliográfico y que ha sido suscrito recientemente por la Biblioteca de la Universidad de Valladolid.